Documental sobre el negocio que otros hacen con tus envases que consideras sin valor.

Blog que te informa sobre la producción del documental 'El negocio verde', producido por ACCESO - Cine Social.
En el documental nos cuestionaremos las reglas de juego económicas del mundo del reciclaje y reivindicaremos alternativas en las que el ciudadano que recicla religiosamente sus desechos reciba algo más a cambio que las gracias y un mundo más limpio. El reciclaje es un negocio y un gran mercado en expansión con una creciente demanda de productos y los ciudadanos aportamos gran parte de la materia prima, que tiene un valor mucho mayor del que nos quieren hacer creer. Más allá de reciclaje, el documental propone una reflexión sobre nuestros hábitos de consumo y modelos de vida actuales.

ACCESO es una plataforma cultural social sin ánimo de lucro.
El resto de nuestro tiempo libre lo dedicamos a organizar CINESTRAT
Festival internacional de cine documental temático.

viernes, 8 de octubre de 2010

El reciclaje es un mercado.

Y, por tanto, un negocio. Las empresas que componen un SIG, un sistema integral de gestión de basuras, forman una cadena de un mercado que produce materia prima reciclada que se transforma en artículos cuya demanda es cada día mayor en Europa y que ya se exporta a otros continentes. Cada habitante en este país genera diariamente de media 1,5 kilogramos de basura. Las empresas que se encargan de ella lo hacen para sacarle rendimiento a lo que el ciudadano tira a los contenedores clasificados. 


Pagamos tasas para la basura a los municipios y pagamos una tasa especial para el reciclaje cuando compramos cualquier producto o envase. Una nevera lleva una tasa de casi 20 euros. Este dinero va a alimentar un sistema que debe garantizar la correcta gestión de mi nevera cuando sea basura. 

Todo esto está muy bien y parece que alguien, a cambio de un poco de dinero, nos está quitando un problema de encima y de paso asegura que el planeta esté más limpio. Pero bien pensado, estoy suministrando materia prima a un mercado, el mercado de los productos reciclados. 

En todo mercado intervienen varios agentes, cada uno de los cuales recibe su parte del beneficio. El que suministra la materia prima, el que la transforma, el mayorista del género y los minoristas y transportistas, todos participan en ese mercado para ganar y llevar un producto al cliente final, el ciudadano. 



Ocurre que aquí el ciudadano está actuando de suministrador de la materia prima para un mercado, el de los productos reciclados, y no solo no cobra, sino que debe pagar por hacerlo. Sin duda es el único mercado del mundo que cuenta con esta singular característica y en nuestro documental queremos averiguar por qué ello es así y no de otro modo.  

Si, lo que en principio fue un sistema para gestionar el desorden, la basura, evitando el caos y la contaminación, se ha convertido en un lucrativo mercado de artículos altamente cotizados, habría que revisar los planteamientos de aportación voluntaria y sin retribución (o retorno como lo llaman en un SIG) del ciudadano a dicho mercado para respetar las reglas de la economía que garantiza que todos los que aportan algo deben recibir algo a cambio.  Y, dado que todos los demás integrantes de la cadena del SIG salen ganando, por qué el ciudadanos debe pagar y conformarse con un mundo más limpio, sin más?  

Lo importante es comprender que el ciudadano tiene hoy un papel sustancial en un SIG, es necesaria su aportación, sin la cual todo lo demás se vendría abajo.  El reciclaje ya no es tan solo una necesidad, además de no ser la única vía  de gestión (está el retorno de envases), sino que es un mercado de la libre economía (por ejemplo, el precio del cartón en el mundo está sujeto a los caprichos de la economía de mercado)  en expansión.  Si yo aporto la materia prima y al final vuelvo a la cadena como consumidor de productos reciclados, algo no me cuadra si lo único que hago es pagar.  

Es lo que precisamente vamos a investigar y mostrar en este documental en preparación, que el reciclaje es un negocio y que el ciudadano tiene un papel distorsionado en el mismo, o que se han distorsionado los conceptos desde el principio ante la inseguridad de un mercado desconocido, pero que ahora está demostrando estar en clara alza y que exige replantear el papel del consumidor, independientemente de que se revisen métodos de gestión y modelos de consumo.  Los recursos de la Tierra son finitos, ya se sabe, pero de momento y por unos años más, el reciclaje está dando muchos beneficios.  Habrá que ver si alguien está dispuesto a compartir estos con los consumidores- suministradores de materia prima en forma de basura (des-echos). 




Plástico retornable. ¡Sí, gracias!


Con los ojos más abiertos en busca de soluciones al despilfarro y alternativas al consumo de envases de un solo uso, ayer me encontré en una botella de refresco hecha de PET una buena noticia en la etiqueta del reverso.  En consonancia eco-lógica con el contenido, que era una bebida biológica, el envase no es reciclable, sino RETORNABLE

Pero ¿dónde?  Pues en Alemania, la que nos lleva la delantera  en muchas cosas, mientras aquí seguimos regodeándonos en la crisis. Lo que tiene doble gracia es que la comercializa una red de supermercados alemanes en territorio español y aquí este envase simplemente se va al reciclaje gratuito y sin retorno para el ciudadano.  Porque en lugar de pensar que hacemos algo por el medio, debemos investigar si se puede hacer algo mucho más racional, que es reutilizar envases cuya calidad aguanta más de 20 y 30 usos hasta que por fin se vaya a convertir en granza. 

Como no, los alemanes ya tienen un logo para indicar que algo no se 'tira' sino que se devuelve al circuito comercial sin destruirlo previamente. Solamente exige que seamos un poco cuidadosos con el envase, para que le llegue al siguiente consumidor en buenas condiciones. 


jueves, 7 de octubre de 2010

Anita Sancha- Cine de animación de una Eco Activista



En busca de material audiovisual sobre ecología y consumo, un buen amigo me ha pasado el enlace de unos vídeos de animación realizados por Anita Sancha, una Eco-activista que nos manda sus mensajes para un mundo mejor y más racional, a base de animaciones stop-motion con preciosos retoques hechos por ordenador.  El cambio climático, la energía, el pico del petróleo, alimentación y transporte son sus temas favoritos, lo que la convierte en una cineasta independiente sobradamente comprometida con el planeta.  La verdad es que se aplica el dicho de que una imagen vale más que mil palabras y los trabajos de Anita Sancha son verdaderas joyas para todas las edades. 



 Anita Sancha. 




Little Pumpkin Feeds The World from Anita Sancha on Vimeo.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Quiero algo a cambio de mi basura valiosa.

Ya os lo dije y la idea parecía descabellada. La basura que tiramos tiene un valor y ese valor debe producir cierto retorno hacia el ciudadano.  Yo quiero algo a cambio de mi basura de alto valor, sea económico o energético.   Me siento estafado reciclando sin más.  Si hubiera voluntad, mi esfuerzo ambiental por reciclar se vería recompensado. 

Y si alguien tiene dudas de que eso sea viable, que mire la siguiente noticia:


Un proyecto español lleva luz a las favelas a cambio de reciclaje

La filial de Endesa en Brasil rebaja la factura eléctrica a personas que separan la basura. 
La empresa puso en marcha el plan como estrategia para reducir los impagos.



ECOELCE

DESCUENTOS EN LA ELECTRICIDAD A CAMBIO DE RECICLAR. 

Vídeo 'ON' sobre consumo responsable.

Os paso el enlace a un vídeo hecho con animación en plastilina y materiales reciclados.

“On” es un micro-video sin palabras, con personajes de plastilina y paisajes de materiales reciclados, que nos explica una historia, es un viaje por el tiempo y el espacio. 
¿Se han preguntado alguna vez de dónde vienen las manzanas que compran en el supermercado? ¿De dónde sale el petróleo que utilizan para alimentar los coches que les llevan al trabajo, o a lo/as niño/as a la escuela? O “¿qué tenemos que ver y que podemos hacer con el cambio climático?”. 
Todo está relacionado y tiene que ver con cómo funciona el mercado y el comercio, e influencia tanto la vida de otras personas como la nuestra. “On” es una invitación a detener este sistema, a imaginar e implementar, siempre colectivamente, propuestas como la Soberanía Alimentaria, la justicia climática y el “Buen Vivir”. 
Realización y producción: Remoure (remoure@gmail.com)
Una iniciativa de: Campaña “No te Comas el Mundo” (notecomaselmundo.org)
Duración: 9 minutos.  Fecha: julio de 2010 



Concurso para cortometrajes online sobre consumo responsable.

Os dejo esta noticia sobre un concurso online para cortometrajes sobre consumo responsable que organiza ECODES.  Aceptan la presentación de  trabajos hasta el 31 de octubre y hay un único premio de 2000 euros. suerte.

Elemental, querido Watson.

Pero lo tengo que preguntar:

¿por qué entrego mis envases al sistema de reciclaje?

Respuestas:

Por no tirarlos de forma no selectiva y generar basura no gestionada que contamina.
Por ser respetuoso con el medio.
Por no saber nada mejor que hacer con ellos.



En realidad la pregunta clave, para mí como consumidor, es:

¿Por qué entrego mis envases, muchas veces en perfecto estado y posibilidades de reutilización, de forma gratuita al sistema de gestión de basuras?

Por que así son las cosas. :-(

Pues ya tenemos el hilo conductor de este documental.

Espero vuestras impresiones.

Preguntas y respuestas sobre el reciclaje.

Este blog , ya lo he mencionado en el arranque, es la bitácora de la producción de un documental sobre el sistema de reciclaje, o mejor dicho, nuestros sistema de consumo de bienes, sobre cómo consumimos, nos relacionamos con nuestros bienes y cómo el modelo de consumo modifica nuestras pautas de conducta, nuestros hábitos y por encima de todo nuestro sistema de valores.  

Soy un ciudadano europeo que compra todos los días, consume bienes y entrega lo que le sobra a un sistema relativamente eficaz en la gestión de sus residuos. Me considero parte de un ciclo en el que objetos ganan y pierden valor gracias a mi actitud hacia ellos. Y eso me lleva a plantear preguntas. 

No se me ha ocurrido mejor forma de responder a ellas que producir un documental en cuyo proceso estás invitado a participar, aportando tu conocimiento, experiencias, opinión. También puedes coproducir el documental (titulado, de momento: El Negocio Verde) con una cantidad pequeña de dinero, con lo que aparecería tu nombre en los créditos y te enviaremos una camiseta del documental. Más adelante colocaré un enlace para las aportaciones. 

En este documental vamos a tratar de responder a las preguntas que surgen cuando quiero saber qué pasa con mi envase o con mi tele desechada en un ecoparque cuando lo entrego.  



Las preguntas que yo me hago como ciudadano pueden ser las siguientes:

1. ¿Cómo se gestiona la vida del envase-objeto a partir de que yo lo entrego. 

Incidiremos  en los siguientes materiales: 
a) cartón  
b)plásticos  
c) vidrio  
d)aparatos electrónicos  
e) basura orgánica

2. ¿Qué empresas están involucradas en dicha gestión y qué ganan con mis envases?

3. ¿ Qué valen mis envases cuando los compro, es decir, qué coste añaden a mi compra?

4. ¿Qué valor económico y/o energético tienen mis envases cuando los entrego, y para quién son valiosos si no lo son ya para mí?

5. ¿Qué retorno puedo esperar del sistema por entregar a diario envases y enseres de un determinado valor? 

6. ¿Es el actual sistema de consumo y reciclaje realmente ecológico, económico y sostenible?

7. ¿ Qué alternativas puedo reclamar y a qué cambios de hábitos me lleva saber más sobre este asunto?

Éste es un documental participativo. Me encantaría recibir tus preguntas sobre el tema. Te nombraremos en los créditos en agradecimientos. 

Las puedes enviar a rene@cineacceso.es  o dejarlas como comentarios.  

ACCESO - Cine Social 



martes, 5 de octubre de 2010

La culpa es nuestra.

La culpa es nuestra, por ser crédulos, cómodos y fáciles de seducir. Hace 30 ó 40 años, alguien con mucho poder y sentido común podría haber echado el freno y habernos dicho que nos ahogaremos en nuestra propia basura, y que la gestión de nuestros desperdicios nos costaría cantidades ingentes de dinero y energía.  

El verdadero problema que se esconde detrás de la fase del consumo que se denomina basura es que no damos valor a los envoltorios y, por encima de eso a todo lo que ya no nos es útil. Necesitamos desesperadamente un receptor-gestor, dispuesto a hacerse cargo de todo lo que no queremos ya usar, a lo que damos la espalda sin pensarlo dos veces.  El valor de las cosas ha descendido dramáticamente. Y cuanto menos valoremos los bienes que nos facilitan o alegran la vida, más basura generamos.  

Hemos aceptado ser parte de una sociedad de consumo en la que millones de semi-esclavos y esclavos nos producen bienes cuya vida útil se reduce al mínimo, por falta de calidad en la fabricación y materiales, y por las tendencias - modas- actualizaciones que nos obligan a estar al día, sustituyendo gran cantidad de objetos cotidianos en ciclos cada vez más cortos.  Ropa, vehículos, ordenadores, móviles, todo está en movimiento, todo se puede convertir en desecho en cualquier momento.  Somos despiadados, mientras pensamos que estamos evolucionando.  Me doy miedo a mí mismo. 



Así que me pregunto si no nos merecemos que otros se hagan ricos con lo que cada día condenamos al destierro en nuestras vidas. La vida de las cosas que nos acompañan es fugaz y apenas imprime suficientes sensaciones en nuestra mente para quedar como un recuerdo duradero. ¿Cuántos coches he tenido? ¿Y cuántos gatos y perros?  ¿Qué ha sido de ellos?  Larga es la lista de en-seres que he 'terminado' cuando yo consideraba que había llegado su momento.  Y es que siempre hay alguien dispuesto a recoger lo que ya no quiero. O a darle una inyección letal para que nadie sufra.  

En las sociedades más ricas y bien valoradas, es donde más se separa la gente. En Dinamarca, un país de tan solo 5 millones de habitantes y un modelo mundial de bienestar y calidad de vida, 1 de cada 3 parejas casadas se divorcia. Los compromisos ya no son compromisos. Nuestra capacidad de olvido se ha extendido de los objetos a las personas.  Creo que huimos de nuestras emociones. Estoy muy preocupado. 

¿Qué valen tus envases para ti?

El que escribe lleva 25 años reciclando, incluso antes de que en las calles hubiera contenedores para ello y mucho antes de que existieran las plantas de transferencia y los ecoparques. Entonces yo acumulaba residuos perfectamente lavados en mi patio trasero, a la espera de que el sistema estuviera preparado para recibir mis desechos de plástico, vidrio, metal y cartón.  Era joven entonces, y tenía convicciones...

Bien, el sistema se preparó y ahora me estoy preocupando. Sobre todo por el volumen que está tomando mi dosis semanal de residuos reciclables.  Es algo asombroso, casi aterrador.  Ya no es divertido, y, lo peor, me temo que me está costando mucho dinero al año. Compro, abro, vacío, tiro, compro, abro, vacío y tiro, todos los días.  He dejado de dar valor a mis envases, son una molestia, y no sé hacer otra cosa con ellos que regalarlos. Tiene narices. 

Probablemente, con lo que he ido entregando en todos estos años a las empresas que se dedican a darle nuevamente valor a mis desperdicios no orgánicos, me hubiera podido comprar un coche. Esto me ha llevado a querer saber más sobre quién se lucra realmente con lo que yo tiro alegremente a un contenedor de color verde, azul o amarillo, perfectamente mentalizado, o debería decir mediatizado, de que estoy haciendo algo por el medioambiente...



De modo que me he lanzado a la producción orgánica de un documental que pretende arrojar luz sobre el negocio del reciclaje, porque de lo que estoy seguro es que nadie se dedica a algo para perder dinero.  Hoy he sabido que el cartón está sujeto a la economía de mercado, es decir a los mecanismos mafiosos de los poderosos para decidir quién debe ganar algo con ese material. Ahora, si mis cartones son un bien para las élites financieras, ya no me apetece tanto plegarlos y meterlos por la ranura ridícula de un tragacartones subterráneo urbano, porque pienso que estoy regalando algo de cierto valor del que yo debería participar.  Tal vez deban darme acciones en  las empresas vinculadas al negocio del reciclado. No, descartado.  Pero podrían , tal vez, descontarme algo del IBI o de la tasa de la basura, por ser un buen ciudadano.  Esto exigiría que me pesaran todas mis devoluciones al sistema de consumo de bienes envasados. Demasiado complicado.  Es posible que yo deba comprar menos envases. Y es posible que todo ello me lleve a replantear mi estilo de vida, mi modelo de consumo. Pero antes voy a producir este documental para estar seguro de lo que puedo y debo cambiar, porque soy un importante eslabón de un sistema gigantesco que es la gestión de las basuras.  Me gustaría recibir vuestras sugerencias y experiencias, que podéis enviarme por e-mail o añadir aquí como comentarios.